Invocación

Duele el corazón cuando la perpendicularidad oblicua del verbo consigue afligirnos, es detestable la perfección en el negro del cuervo, observame y elígeme palacio, habítame colibrí arlequín del viento, saciame de la tendencia que no comprendo sacame la palabra de mi fatiga, a jirones de este tímido cuerpo. No hay olimpo con cenizas que vulgo fuego queme de lamento. Invoco racimos de porfía en templos de contemplación, ya no es mía está manía de extraviar palabras en los abismos que crujían de dolor, como efímeras aves que se pierden en su voz y se quedaron rotas de albedrío en mi universo anterior. Imager: Patrice Murciano. Suena: Karen Elson - Milk and Honey